jueves, 6 de diciembre de 2012

Rodando


Me encanta el cine, y me gustan prácticamente todos los géneros. Es apasionante sentir que por unas escasas horas puedes vivir en la piel de un personaje ficticio, creado para ser vendible. Y es esa fantasía la que los espectadores anhelamos en nuestras vidas, que algunos ilusionados buscan para encontrar algo más de sentido a su existencia. Y no se dan cuenta que cuanto más persiguen esa ficción, más se alejan de la realidad que poseen. Como si cambiaran a otro canal, o desconectando poniendo anuncios. Así vemos pasar los acontecimientos más importantes, mirando pero sin ver, sin percibir ni entender, abstraídos en un guión que mentalmente inventamos.
A mí un día me dio por cambiar de canal, y durante ese tiempo fui el actor principal. La peli parecía interesante, tenía argumento, amor, ciencia ficción, comedia, aventura, musical… Después de que terminara, esperé durante un tiempo a la segunda parte. Ahora sé que ya la están haciendo. Quédate, seguiremos rodando.

martes, 8 de mayo de 2012

Inspirado


En el espacio que ya no existe entre nuestros cuerpos,
nuestras ropas se han hecho el amor
y más tarde…
Soy consciente que inundas mi cama de ti.
Inspiro…
Tu  fantasma aparece entre respiración y respiración,
en tantos lugares, que siento como si me persiguieras,
confundido te busco…
Nunca te encuentro cerca.
Inspiro…
Como de una estrella fugaz se tratara,
persigo la estela que has dejado
y una vez más…
Agonizo en tu amor

sábado, 1 de octubre de 2011

Sur-name














Con antepasados en el sur de italia…
Tus ojos mediterráneos
ven el mundo de elegantes colores,
y así nos lo enseñas.

Nacida en el sur de América…
La  melodía de tus palabras
danzan tu cuerpo en forma de clave,
y lo hacen sonar como en otra época.

Viviendo en el sur de España…
Situada en el centro de tu historia
encuentras el equilibrio,
y sigues escribiendo páginas.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Septiembre

Tu visita siempre es como el verdadero comienzo del año. No hace falta que mire mi reloj, ni un calendario para saber que llegaste, tan puntual como de costumbre. Te doy la bienvenida, y aunque hayas sido durante muchos años el culpable de volver a madrugar… me alegraba volver a encontrarme con mis compañeros de clase. A saber qué será de ellos.
Tu brisa fresca y las lluvias espontáneas me recuerdan al verano de Nottingham, donde no importaba mojarse. A otros tiempos y momentos que sigo encontrando en ese niño que se asomaba por la ventana para ver tus tormentas eléctricas, y en la calle le daba patadas a las hojas secas de los árboles y las cogía del suelo y las lanzaba hacia arriba con fuerza para que volvieran a estar en la copa de los árboles. Yo también caí como ellas, tú me viste.
Eres el único mes que lleva mis dos números de la suerte, uno es solo nuestro, y el otro… El otro ya sólo quedará en tu nombre. Y aquel día once en el que cambió el mundo, y ese veinticuatro en el que me viste nacer.
No creas que estoy feliz de que estés aquí porque sea mi cumpleaños, ya hace mucho que no lo celebro. En Barcelona quedaron esas bolsas de chucherías, tartas y regalos.
Estoy feliz, porque volvemos a coincidir en Sevilla, donde sólo podemos vernos.

miércoles, 6 de julio de 2011

domingo, 26 de junio de 2011

Hoy

Hoy me di cuenta...

De las palabras que dejaron de sonar
en tus manos de papel.

De la distancia que el tiempo no ha marcado
en corazones por conquistar.

De los caminos que se perdieron
en horizontes que nunca recordaré.

sábado, 18 de junio de 2011

Niño tuning

Me llamo Juan, aunque todo el mundo me llama Juanito, tengo 12 años y este curso empiezo 1º de la ESO. Estoy muy emocionado porque ya voy al cole con los niños grandes. Me levanto todos los días a las 6:45 de la mañana para ir al insti, que entro a las 8, pero mientras me despierto, me visto, me lavo la cara y los dientes, preparo la mochila, me tomo el colacao y mi madre me prepara el bocadillo ya son las 7:25, y eso corriendo mucho. Luego toca el trayecto en el coche, que a esa hora siempre hay mucho tráfico y nosotros vivimos un poco lejos. Por suerte este año mi hermana mayor, Natalia, se ha cambiado a mi insti para que mi madre no tenga que ir a dos sitios, sino tendríamos que madrugar mucho más. La mochila pesa como 7 kilos, a veces pienso que cuando termine el año y haya estudiado todo lo que llevo a mis espaldas, mi cabeza pesará tanto como mi mochila. Damos seis horas de clase al día, con profesores diferentes, alguno que es serio, otro que chilla mucho, alguno que se equivoca, y también alguno simpático y que nos hace reír de vez en cuando. Pero es normal que a veces se enfaden porque en clase casi nunca hay silencio y cada uno está contándole cosas al compañero. Hay algunas asignaturas que no me gustan nada, como las matemáticas, que a veces no las entiendo y el inglés, por eso los lunes, miércoles y viernes voy a clases particulares por la tarde tres horas. Cuando terminan las clases tenemos un montón de deberes de cada asignatura para el día siguiente, y hay que hacerlos porque si no te ponen un negativo.
Al terminar las clases esperamos Natalia y yo en la puerta del insti, que ahora nos recoge mi padre. Volvemos a casa y mi madre ya tiene preparada la comida. Almorzamos todos juntos. Las comidas son de los pocos momentos que pasamos en familia. A veces se me hace imposible recordar las caras de mis padres sin los mofletes llenos de comida. Entre Natalia y yo recogemos la mesa. En cuanto terminamos me pongo a hacer los deberes, porque en una hora y media me voy a las clases de guitarra y cuando termino me toca entrenamiento de balonmano. Así son mis martes y mis jueves. Los fines de semana vamos a visitar a los abuelos y a veces nos vamos todos al parque a sacar a mi perro “Canelo”, a mi me encanta jugar con él y cuando viene mi amigo Luis lo pasamos todavía mejor porque jugamos a ver quien corre más, aunque Canelo siempre nos alcanza.
Mis padres me dicen que les gustaría volver a ser niños y a tener mi edad. Según ellos, es mejor ser un niño. Dicen que cuando crezca veré lo dura que es la vida, que tendré una cosa que se llama estrés y no sé qué más. Como son los mayores yo les hago caso en todo y vivo feliz mis mejores años, esperando no crecer demasiado rápido.